Quería compartir que la lectura de Registros Akashikos con Liz fue una experiencia que recomiendo totalmente. Ella fue muy paciente con mis problemas técnicos con la cámara del ordenador y hasta me regaló unos minutos más por el tiempo perdido. Es muy amable y te transmite paz. Se lo he recomendado a mis más allegados y alguno va a probar.

Quisiera Agradecer a Liz por la devoción a lo que hace y por su compromiso sincero. Pude realmente darme cuenta que ella realmente busca ayudar a quien la consulta y no es una transacción frívola. Llegue a conectarme con mi ser querido de una manera que no me quedo dudas del contacto Esto me ha ayudado muchísimo a superar mi duelo y solo quiero agradecerle por su generosidad y tiempo.

El momento que me comuniqué con Liz fue tan emocionante, hubo una apertura muy amorosa entre los dos planos , y por eso mi hija con la que justamente me quería comumicarme, se apreció y comenzó a dar mayores detalles de su trascendencia, y yo como madre quedé satisfecha con este momento tan maravilloso q sucedió 🥰🥰

Liz es una persona muy dulce y muy profesional. La sesión con ella fue súper bonita, profunda y me brindó información valiosa. Cuando una se abre a vivir una experiencia de este tipo, se abre a mostrar el alma y queda vulnerable. Solo en un espacio seguro es posible hacerlo y confirmo que Liz, desde su cariño y su respeto, me contuvo y me hizo sentir muy cómoda durante toda la sesión de registros akashicos.

QUERIDA LIZ HA SIDO UN HONOR PODER RECIBIR MENSAJES DE MI MADRE AMADA POR INTERMEDIO TUYO. TUS VIDEOS HAN SIDO MI GRAN ALIVIO Y MI DESPERTAR ESPIRITUAL HABER TENIDO ESTA OPORTUNIDAD HA SIDO SIMPLEMENTE INCREIBLE, MAGICO Y ESPERANZADOR. GRACIAS POR SER PARTE DE MI VIDA HACE UN AÑO Y MEDIO Y POR ACOMPAÑARME ABSOLUTAMENTE TODOS LOS DIAS MEDIANTE TUS VIDEOS. SOS UN SER INCREIBLE, AMOROSO NADIE MEJOR PARA HABERME DADO EVIDENCIAS QUE MAMA SIGUE A MI LADO DESDE OTRO PLANO. ETERNAS GRACIAS

Quiero agradecer a Liz por haber hecho posible un momento tan especial para mí.

A través de su mediumnidad pude contactar con una amiga muy querida de mi juventud que ya trascendió.

No pude despedirme de ella en vida, y esta experiencia me ha dado una paz inmensa. Pude expresarle mi amor y pedirle perdón, aunque ella me dijo que no era necesario, que me quiere mucho y que siempre me acompaña.

Fue muy emocionante recordar juntas anécdotas de nuestra juventud, nuestras risas y momentos felices.

Gracias a Liz por su sensibilidad, respeto y cariño en este encuentro que me ha devuelto alegría y serenidad en el corazón.